UN SANO CONSEJO: NO LE FINANCIES AL ALEJAMIENTO DE DIOS A NADIE...
Uno de los grandes secretos que aprendí es a no intervenir en un trato que Dios tiene con alguien, a menos que tenga la orden puntual de hacerlo. Hay gente que en ocasiones cree que debe ser "mas misericordiosa y mas buena que Dios" y se interpone en un plan Divino.
Imagina que vivieras en los tiempos del hijo pródigo, y justo pasas por su lado y lo ves en el chiquero con los cerdos, en el momento exacto en el que reflexiona:
- Los siervos de mi padre tienen suficiente comida y yo aquí muriéndome de hambre...Iré a la casa de mi padre y le diré: "Padre, he pecado contra Dios y contra ti..."
Y ahí tu entras en escena:
- Hey, hermanito pródigo, querido consiervo! Aquí le traje un pollo al horno con papas, amén? "Sentí" en mi corazón de venir a bendecirlo, me da pena que coma algarrobas con estos cerdos...usted es un hijo del Altísimo, real sacerdocio! Confiéselo con su boca! Amén?
- Gracias mi hermano! Justo estaba por regresar con mi padre para pedirle perdón por haber dilapidado la herencia y haber malgastado todo...pero con esta "bendición" que usted me trae ahora veo que no estoy tan mal después de todo, me quedaré con los cerdos unos días mas, esperando mas "bendiciones" como esta!
- Amén! Y mañana le traigo alguna otra comida sustanciosa; usted solo confiese que será bendecido y así será! Amén?
(El diálogo es imaginario pero hubiese sido catastrófico de haber sucedido)
Nunca tenemos que dejar de servir a los demás, puesto que en eso consiste el amor de Dios, está claro?
Pero CUIDADO con "bendecir" a personas que están pasando un desierto privado a causa de su propia desobediencia, porque podemos estar retrasando su regreso a los brazos del Padre.
A veces, por no preguntarle a Dios cuando y en donde sembrar, terminamos financiando el alejamiento de alguno sus hijos de la presencia del Padre.
Muchas veces me moví por "lástima", no le pregunté a Dios y decidí ayudar a alguien solo porque me dio pena.
Otras veces contraté a alguien para trabajar en nuestro ministerio, solo porque creí que le hacía un bien, y solo retrasé su reconciliación con Dios.
Yo creo en el dar y en bendecir.
Pero también he aprendido a tener cuidado cuando me cruzo con algún hijo pródigo. Porque por culpa mía, quizá retrase su regreso a casa. Si le impido vivir su propio desierto, le estaré también robando su propio Jordán.
El que diga: "No entendí", aclaro que no voy a explicar mas nada ni a discutir teología con nadie.
El que tiene oídos que oiga y el que tiene vista, que lea.
Imagina que vivieras en los tiempos del hijo pródigo, y justo pasas por su lado y lo ves en el chiquero con los cerdos, en el momento exacto en el que reflexiona:
- Los siervos de mi padre tienen suficiente comida y yo aquí muriéndome de hambre...Iré a la casa de mi padre y le diré: "Padre, he pecado contra Dios y contra ti..."
Y ahí tu entras en escena:
- Hey, hermanito pródigo, querido consiervo! Aquí le traje un pollo al horno con papas, amén? "Sentí" en mi corazón de venir a bendecirlo, me da pena que coma algarrobas con estos cerdos...usted es un hijo del Altísimo, real sacerdocio! Confiéselo con su boca! Amén?
- Gracias mi hermano! Justo estaba por regresar con mi padre para pedirle perdón por haber dilapidado la herencia y haber malgastado todo...pero con esta "bendición" que usted me trae ahora veo que no estoy tan mal después de todo, me quedaré con los cerdos unos días mas, esperando mas "bendiciones" como esta!
- Amén! Y mañana le traigo alguna otra comida sustanciosa; usted solo confiese que será bendecido y así será! Amén?
(El diálogo es imaginario pero hubiese sido catastrófico de haber sucedido)
Nunca tenemos que dejar de servir a los demás, puesto que en eso consiste el amor de Dios, está claro?
Pero CUIDADO con "bendecir" a personas que están pasando un desierto privado a causa de su propia desobediencia, porque podemos estar retrasando su regreso a los brazos del Padre.
A veces, por no preguntarle a Dios cuando y en donde sembrar, terminamos financiando el alejamiento de alguno sus hijos de la presencia del Padre.
Muchas veces me moví por "lástima", no le pregunté a Dios y decidí ayudar a alguien solo porque me dio pena.
Otras veces contraté a alguien para trabajar en nuestro ministerio, solo porque creí que le hacía un bien, y solo retrasé su reconciliación con Dios.
Yo creo en el dar y en bendecir.
Pero también he aprendido a tener cuidado cuando me cruzo con algún hijo pródigo. Porque por culpa mía, quizá retrase su regreso a casa. Si le impido vivir su propio desierto, le estaré también robando su propio Jordán.
El que diga: "No entendí", aclaro que no voy a explicar mas nada ni a discutir teología con nadie.
El que tiene oídos que oiga y el que tiene vista, que lea.
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ResponderEliminarSabes porque Dios te trajo al mundo porque eres de las personas q el utiliza para hacer feliz a los demás y así darles un motivo para sonreír cada día,no dejes que nadie,ni nada apague tu sonrisa!
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